Estoy estudiando español porque quiero aprender lo hablar. No necesito la clase por una licenciatura o por mi trabajo. Todo de mi vida he vivido en estados con muchos hispanohablantes (California, Utah y Texas), y yo había tenido muchos amigos que hablan español. Yo había aprendido decir unas pocas cosas pero no mucho.
El verano pasado decidí que había llegado el momento a aprender español porque tuve unos amigos muy queridos que hablan español y tuve un poco tiempo libre. Pensé, “¿cómo no?” Si yo había sabido que la clase estuviera tan difícil, es posible que no la asistiera. Ahora me alegro de que haya aprendido un poco de español. A veces estoy frustrado que no pueda hablar más (lea mi entrada pasada), pero al menos puedo hablar más que pude el septiembre pasado.Tengo muchísimo más años que los otros estudiantes. A primero, estuve preocupado que el cerebro sea demasiado viejo. Es posible que sea verdad, pero ¿quién sabe? A mi es cómico que tan muchas de nuestras tareas son por jóvenes (por ejemplo, escribiendo sobre el futuro de nuestra salud en veinte años). ¡Me alegro de que haya aprendido finalmente el verbo “jubilarse” (capitulo 13)!
Mi esposa y yo iremos a España este mayo. También, este verano practicaré hablando español con dos tutores. El próximo año, asistirá a español 2010 y 2020.
¡Me gusta muchísimo hablar español!
